Esta opción de financiación se ha vuelto muy atractiva por la facilidad que implica hacerlo todo a través de internet, sin tener que salir de casa o ausentarse del sitio de trabajo. Es la alternativa ideal para resolver inconvenientes puntuales que, a pesar de no suponer sumas cuantiosas de dinero, con el presupuesto ordinario con el que se cuenta no se pueden cubrir
Es muy común en muchas familias que se presenten gastos imprevistos que no pueden ser cubiertos con el presupuesto que se había destinado para el mes. Una factura médica, averías del vehículo o en el hogar como el deterioro de una tubería, son eventos imprevistos que necesitan muchos más recursos de lo normal.
Los vaivenes económicos han afectado a todo el planeta, por lo que habitantes prácticamente de todos los países están afectados por una constante falta de liquidez. Muchas familias viven al día sin la posibilidad de tener un colchón para afrontar gastos imprevistos, para planificar un viaje o una celebración, o para iniciar un emprendimiento y así poder mejorar su situación económica.
Recurrir a una entidad financiera tradicional en busca de un préstamo, con toda certeza no representa una solución por todo el tiempo que se tarda el proceso, además es alta la probabilidad de que no lo aprueben.
En vista de esta situación, ha ido en constante crecimiento el mercado de los minicreditos rápidos online. Se caracterizan por ser instrumentos de financiación de un bajo importe para solventar necesidades puntuales.
Se ha visto en los últimos tiempos que este tipo de créditos es utilizado también por las pequeñas y medianas empresas (pymes) en ocasiones en las que se le presenten pagos imprevistos por múltiples razones como averías de equipos, cuestiones referidas al alquiler del local, o simplemente clientes dejan de pagar y se ve afectado el normal cumplimiento con los proveedores. En todos estos escenarios, un crédito que no genere tortuosos ni prolongados trámites y con una rápida aprobación es la solución ideal.
Mínimos requisitos
Una de las ventajas de solicitar minipréstamos rápidos es que los trámites son bastante simples. Las personas deben tener entre 18 y 65 años, disponer de cuenta bancaria, tener una línea activa en un teléfono móvil y demostrar que se tiene un ingreso fijo como nómina, paro forzoso, pensión, entre otros. Esto sería lo único que se necesita.
Para acceder al minicrédito online la persona debe registrarse en el sitio web, escoge el importe que requiere y el plazo para devolverlo. Este paso da lugar a la generación de una solicitud que se debe completar y enviar.
Es importante mencionar que los datos que son aportados a las empresas son tratados de forma estrictamente confidencial y profesional, jamás serán filtrados bajo ningún consentimiento.
A los pocos minutos se recibe la respuesta a la petición, que generalmente resulta positiva, por lo que máximo en 15 minutos tiene el dinero abonado en su cuenta bancaria o, si lo prefiere, en la tarjeta de crédito; o incluso, en la cuenta de Paypal.
Muchas más ventajas
A través de este tipo de préstamos se obtienen cantidades de dinero concretas para atender necesidades muy puntuales, lo que resulta una ventaja porque no se estaría recibiendo una cantidad superior a la que se requiere y con esto el endeudamiento es menor.
El sólo hecho de no tener que recurrir a la banca tradicional es en sí misma una gran ventaja, ya que por lo general en los bancos hay que pasar por cadena de trámites burocráticos, buscar papeles y gastar dinero en fotocopias y con una gran probabilidad de que sea negativa la respuesta.
Los préstamos rápidos, por el contrario, tienen la facilidad que desde la comodidad del hogar se pueden tramitar, sólo se necesita una conexión a internet, un teléfono móvil y un ordenador. No hay que desplazarse a la entidad financiera y esperar horas para ser atendido y la aprobación se da en cuestión de minutos, ¡más fácil, imposible!
El no tener que justificar el destino de los recursos también es un beneficio, contrariamente a lo que ocurre en algunas entidades financieras convencionales en las que exigen avales y constancias del uso de dinero otorgado.
