La red social estadounidense Facebook ha levantado la prohibición de publicar noticias en Australia tras alcanzar un acuerdo con el gobierno. La idea inicial era obligar a que tanto Facebook como Google, pagaran a los medios de comunicación locales por utilizar sus noticias lo que provocó que Facebook amenazara con dejar el país.
La clave real de todo esto no es lo que ocurra con las noticias en Australia, sino lo que ocurra en Europa, donde también hay movimientos políticos en la misma dirección. Y no se trataría solo de que los gigantes de las redes sociales alcanzasen algún tipo de acuerdo con los medios de comunicación por derechos de autor, sino de que expliquen cómo ordenan las noticias y cómo funcionan los algoritmos que deciden la visibilidad de las mismas.
Google ya ha llegado a acuerdos con algunos medios de comunicación para remunerarlos por la utilización de sus noticias (contenidos) como puede ser el caso de Francia, donde se alcanzó ese acuerdo con el grupo APIG, que representa a cerca de 300 medios. Pero no fue el caso de España, donde la plataforma Google News se cerró hace siete años por falta de acuerdo.
Lo cierto es que Facebook no es una red social donde los usuarios vayan buscando noticias, por lo que amenazaron con retirarse del mercado en Australia, puesto que eso no impactaría significativamente en sus ingresos (ni en la cotización de sus acciones). En concreto, los portavoces de Facebook en Australia indicaron que las noticias suponían menos del 4% del contenido total que los usuarios veían en su chorro de noticias (News Feed).
Otra cosa sería el caso de Europa, pues salir de ese mercado sí supondría un recorte en los ingresos de Facebook y Google y, por consiguiente, en la cotización de sus acciones. Vamos, que Facebook y Google sí tendrían que llegar a un acuerdo en Europa si la Unión Europea es capaz de ponerse de acuerdo en este tema.
Aunque eso no parece posible en estos momentos porque la directiva europea sobre derechos de autor todavía se encuentra en proceso de transposición a la legislación nacional de cada país. Por otro lado, el argumento de la red social Facebook y de Google es que sus plataformas impulsan el tráfico de las webs de las que toman las noticias.
El balón está ahora en el tejado de la Unión Europea porque lo complicado es decidir qué medios deben recibir dinero de estas empresas, que noticias se pueden utilizar y pagarse, y cómo valorar el precio a abonar por enlazar noticias de los medios de comunicación tradicionales en las redes sociales.
El mercado ignora estos problemas ‘locales’
Sin embargo, pese a lo que pudiera pensarse, las acciones de Facebook son ajenas a este tipo de noticias. Al igual que las de Google, las acciones de Facebook se revalorizan en los últimos doce meses (42%) aunque retroceden en lo que llevamos de 2021 (-3%). Wall Street no suele prestar atención a este tipo de noticias porque no presentan consecuencias en empresas multinacionales.
En el caso de Alphabet, la matriz de Google, ni siquiera hay números rojos en el último mes o en el último trimestre, ni mucho menos en los últimos doce meses, donde sus acciones se revalorizan más de un 50%.
Comprar acciones de Facebook o Google tras conocerse este tipo de noticias no es rentable porque estas empresas no reaccionan mal ante decisiones que tienen poca repercusión para sus cuentas. Pero quizás sea también esto lo que confirme a los gobiernos de países como Canadá, Australia o la UE que estas multinacionales tienen una posición dominante en algunos sectores y que debe establecerse un límite.